¡Me caso! ¿Y ahora qué?

Si has llegado hasta este post seguramente acabáis de decidir que os vais a casar, o tu pareja te lo acaba de pedir hace poco, has empezado a mirar todo lo que vas a necesitar y de repente te entra el pánico. ¿De verdad se puede organizar toda una boda en un año? ¡Es una locura!

Una vez que te metes “en harina” te das cuenta de la cantidad de temas que abarca la organización de un día tan importante, porque claro, ese día nada puede fallar y todo debe estar perfectamente coordinado…

A priori has visto que vas a necesitar invitaciones, lugar de celebración, fotografía y/o vídeo, floristería y ramo, vestuario, música, decoración, organizar el protocolo de la boda y los invitados, detalles, alianzas, maquillaje y peluquería, oficiante, atender a los invitados, luna de miel… y un sinfín de pequeños retos que tendréis que ir afrontando.

Sin ninguna duda mi primera recomendación sería no ponerse nervioso y valorar lo que un buen Wedding Planner (Organizador de bodas) puede hacer por ti. Si no lo he mencionado en el párrafo anterior es por la sencilla razón de que en España aún no se conoce la profesión y seguramente no sea una de las cosas que te has planteado que vas a necesitar. Sin embargo si lo has hecho o te lo estás pensando ahora tengo que darte la ¡enhorabuena! ya que es la mejor inversión que puedes hacer en tu boda. Os aportará tranquilidad y gestionará vuestro tiempo, esfuerzos y dinero. Más adelante os explicaré detalladamente en qué os puede beneficiar tener un profesional así de vuestro lado.

Hoy sin embargo os presento mi nuevo proyecto, que consistirá en acompañaros y guiaros en el proceso de organización de la boda soñada. No es tarea fácil por lo que iré abordando los temas más importantes como si estuviera preparando una boda a tiempo real.

Así además de saber cuándo es conveniente hacer cada gestión os iré dando mis opiniones sobre cada uno de los temas tratados.

Estaré encantada de atender vuestras dudas y sugerencias y procuraré ser lo más objetiva para servir realmente de ayuda a aquellas parejas que lo necesiten, aunque como se suele decir “para gustos, colores” así que os ruego que me disculpéis si con algo no os sentís identificados.

¡Nos vemos pronto!

 

Patricia Gato

Wedding Planner

Protección solar

Este año el verano nos ha pillado fuera de juego ¿verdad?. Por eso tengo que dedicar un post a la protección solar y lo tengo que hacer ya, porque a este paso nos achicharraremos antes de tiempo.

Aunque es verdad que hoy en día ya estamos todos más concienciados del daño que hace el exponerse al sol sin ningún tipo de protección, todavía me encuentro con personas que no se lo toman muy en serio. En un anterior post dedicado al CUIDADOS BÁSICOS os mencionaba que uno de los pasos esenciales y diarios era el protegerse. Y digo a diario, porque en nuestro estupendo país, el Sol sale todos los días por lo que “lo tomamos” aunque no seamos conscientes de ello.

Por lo visto, 2/3 partes de esa exposición al sol la recibimos de manera accidental: cuando paseamos, vamos a comprar, al médico, al trabajo, conduciendo, al colegio con los niños…, el astro rey nos baña con sus rayos, incluso cuando el día está nublado. Así que lo bueno y lo malo que el sol nos ofrece, diariamente lo absorbemos. Más del 90% de las quemaduras provocadas por el sol se producen en los primeros 20 años de vida, y, según investigaciones (Institutos Nacionales de Salud y el Hospital Brigham and Womens de Boston (EEUU)) realizadas durante 20 años a más de 100.000 personas, se llegó a la conclusión de que con cinco o más quemaduras solares severas entre esos primeros años de edad, es suficiente para aumentar el riesgo de melanoma en un 80% y en un 68% para el carcinoma en los años posteriores por lo que se tendrá un mayor riesgo de sufrir cualquier tipo de cáncer de piel.

El cáncer de piel es el tipo de cáncer más común, pero afortunadamente, también es fácilmente prevenible. Con el uso diario de filtros solares podemos reducir las posibilidades de desarrollar algunos tipos de cáncer de piel. Lo importante es saber que debemos protegernos para que lo malo no nos afecte o, por lo menos, nos afecte lo menos posible. La luz del sol contiene rayos ultravioletas A y B que son dañinos:

  • Los rayos ultravioletas B están normalmente relacionados con las quemaduras solares
  • Los rayos ultravioletas A son menos intensos pero penetran más en la piel y pueden causar arrugas, manchas y envejecimiento prematuro.

Ambos rayos ultravioletas, A y B, causan daños en la piel y pueden provocar cáncer de piel (recordad que también en días nublados) Los filtros solares absorben, reflejan o dispersan la luz de estos rayos ultravioletas formando una pantalla antes de que penetren en tu piel. No todos los protectores solares son iguales. Un buen filtro solar debe ser de “amplio espectro”, es decir, debe contener ingredientes que protejan contra ambos rayos ultravioletas, los A y los B. Teniendo todo esto en cuenta os daré una serie de recomendaciones y de sugerencias para que este verano (y durante todo el año) estéis bien protegidos:

El índice del FOTOPROTECTOR. Debe aparece con las siglas FPS (Factor de Protección Solar) o SPF (Sun Protecting Factor)  más el índice correspondiente. Existe una directiva europea que dice que los fotoprotectores con un índice mayor de 50 no se deben promocionar. Deben poner 50+ y es porque la diferencia entre un 70 y un 100 es mínima. Es más publicidad que protección. Os dejo este gráfico para que lo comprobéis

PANTALLA TOTAL. ¡Es mentira! y no se debe utilizar esa frase por resultar engañosa. La «pantalla total» la obtendrás siempre que te resguardes bajo un techo o detrás de una pared.  Si quieres proteger una cicatriz para que no te quede marca, por ejemplo, ¡¡tápatela!!, esa será la mejor pantalla total. Está prohibido poner este tipo de mensaje en los envases así que ¡¡¡cuidadito!!!

CADUCIDAD. Sí, los cosméticos (y los solares lo son) también caducan y tenéis que fijaos para saber la duración que tienen una vez abiertos (suelen ser 12 meses). Por eso hay que tener cuidado con utilizar los que os sobraron del año anterior. Una buena idea sería apuntar en el propio envase la fecha de apertura para calcular el tiempo que lleva abierto el que tenéis guardado en casa ¡¡¡para esto también sirven las matemáticas!!!

CUÁNDO PONERSE EL PROTECTOR. Entre 20 y 30 minutos antes de exponerse al sol y renovarla nada más llegar a la playa o piscina para garantizar que obtenemos una mezcla uniforme con nuestra piel. Por cierto no olvidéis zonas como las orejas, los empeines, la parte de atrás de las rodillas, las manos y hasta el cuero cabelludo….(¡¡no os podéis hacer una idea de lo que pica la cabeza cuando se te quema!! Me pasó en mi luna de miel, jajajaja)… Y sed generosos y no seáis tacaños. Por supuesto, aunque te la eches antes de ir a tomar el sol y no hayas sido roñoso, hay que renovarla mínimo, mínimo cada dos horas. Eso siempre que estés tomando el sol de pie, sin mojarte, sin sudar… algo que me parece prácticamente imposible (aunque quizás Julio Iglesias pueda hacernos una demostración). Quiero decir, que si te bañas, te tumbas en una toalla, te secas con ella, sudas… esas dos horas me parecen escasas y, si además la textura de tu crema es más ligera, deberías hacerlo todavía con más frecuencia (son más resistentes las que tienen textura más espesa y que cuesta un poco más extender, las que cuando sales del agua reaparece en forma de manchones blancos). Aunque lo de resistentes al agua es verdad, es recomendable que después de bañarse y secarse se vuelva a renovar.

LA HORA DE EXPOSICIÓN es importante pues no es lo mismo el sol de 12 a 17 horas que el sol de primera hora de la mañana o el de última de hora de la tarde. Se debería evitar esa franja horaria y si no se puede (o no se quiere), tomar muchas más precauciones, renovando más a menudo la crema, usando sombreros, sombrillas…..

NUNCA EXPONER A BEBÉS MENORES DE 6 MESES porque a esa edad la piel todavía es inmadura y las cremas no son adecuadas para ellos. A partir de esa edad, protección a más no poder. Os recuerdo lo de las quemaduras en los primeros 20 años de vida, tienen mayor probabilidad de desarrollar melanoma. Resumiendo, y para que cuando compréis vuestro protector en una farmacia, supermercado, parafarmacia, droguería o a una consultora de belleza como yo, lo que tenéis que tener en cuenta es que en el envase aparezca lo siguiente:

  • «Amplio Espectro» y «SPF 15» (o mayor, hasta 50+). Sería recomendable que estas cifras fueran acompañadas de unas descripciones similares a “protección baja/media/alta /muy alta” según correspondiera a la intensidad de la protección.
  • Que aparezcan las letras CE, que significa que el protector ha pasado los controles de la Unión Europea. «Si el producto no tiene esa marca, no es seguro que esté hecho en una fábrica que cumpla las expectativas mínimas exigidas» (según la Academia Española de Dermatología)
  • El símbolo de la cajita abierta con un número dentro que corresponde a los meses de duración (en meses) del producto una vez abierto
  • El símbolo de protección contra los rayos UVA

Además la Unión Europea establece que es conveniente que en los envases aparezcan los siguientes mensajes y consejos:

• La exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud.

• No permanezca mucho rato al sol, aunque emplee un producto de protección solar.

• Mantenga a los bebés y niños pequeños fuera de la luz solar directa.

• Aplíquese la crema antes de la exposición al sol.

• Para mantener la protección, repita con frecuencia la aplicación del producto, especialmente tras transpirar, bañarse o secarse. Y también debes protegerte si vas por la ciudad o el campo, pues el sol es el mismo para todos y en todos los lugares, y aunque te parezca que no lo estás “tomando”, el Sol está incidiendo sobre nuestra piel.

Y vosotros ¿os protegéis bien?